Lectura: Salmos 119:1-8

La mayoría de personas que tenemos un automóvil, rara vez consultamos el manual de instrucciones que normalmente acompaña a todo vehículo; pero, también es verdad que cuando empezamos a tener problemas, es de las primeras cosas que buscamos, con el agravante de que muchas veces no recordamos dónde lo hemos guardado.

No sabemos qué circunstancias motivaron al autor para escribir el Salmo 119; pero, sin lugar a dudas él era muy consciente de las consecuencias de la desobediencia y de olvidar a Dios y su manual, así como también de las bendiciones que traía a la vida de las personas la lectura de las Sagradas Escrituras.  Estaba totalmente convencido de que los estatutos y preceptos de Dios son la clave para una vida plena y feliz.

Estamos viviendo una época en la cual las personas de todas partes, están tratando de hacer lo que es “correcto” ante sus propios ojos (Jue. 21:25). Tristemente, la vida se ha convertido en un conjunto de eventos abaratados, envilecidos y sin alegría; sin dudas lo que se necesita es un retorno a los valores morales de las Escrituras.

J.I. Packer (1926-2020) en su libro “Knowing man” (Conociendo al hombre), nos aconseja con respecto a la importancia del manual de vida la Biblia: “Guarda Su Palabra, y sirve a Dios, haciendo esto encontrarás la libertad y la alegría, porque la naturaleza humana está programada para la satisfacción a través de la obediencia”.

  1. ¿Estás interesado en que tu vida funcione correctamente aun en las circunstancias más difíciles?  Entonces diariamente debes separar un tiempo para estudiar el manual de instrucciones de Dios: La Biblia.
  2. Una Biblia sin utilizar sólo sirve para guardar polvo o para quitarle espacio a la memoria de tu teléfono inteligente.

HG/MD

“Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan” (Salmos 119:2).