Lectura: Romanos 12:6-21

En un artículo leí sobre una organización muy conocida: “Make a Wish” o “Pide un Deseo” en español, la cual busca cumplir los sueños de menores desde los 2 ½ hasta los 18 años, en situaciones complicadas de salud por medio de patrocinadores y donadores, y a la fecha han ayudado a más de 550.000 menores. El enfoque y objetivo de este tipo de organizaciones es la generosidad, lo cual me llevó a preguntarme cuántos de mis sueños y metas apuntan a los demás.

En Romanos 12:6-21 el apóstol Pablo nos habla de los dones de Dios para nosotros como miembros del cuerpo de Cristo, y de cómo debemos usarlos en la vida cotidiana.  Todos están orientados hacia fuera, o dicho de otra manera buscan el beneficio de los demás. La enseñanza, por ejemplo, no es para que el maestro se sienta satisfecho, sino para el crecimiento de otros.

Lo mismo sucede con los demás dones mencionados en los versículos del 6 al 8. Pablo resume esta actitud generosa alentándonos de esta manera: “amándose los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndose los unos a los otros” (Romanos 12:10).

El apóstol Pablo ejemplificó esta actitud incluyendo a otros en su ministerio y dedicando su vida al servicio de la siguiente generación de creyentes. La generosidad, la hospitalidad, el perdón y la compasión guiaban su conducta.

  1. Nuestros objetivos de vida como creyentes tienen que incluir necesariamente los dones que Dios nos ha dado para servir a otros.
  2. Siempre tendrás una tarea en proceso: servir aún más.

HG/MD

“Amándose los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndose los unos a los otros” (Romanos 12:10).