Lectura: Salmos 119:145-160

Desde su primera aparición en el lago St. Clair en 1988, el mejillón cebra se ha convertido en el azote de los Grandes Lagos, Estados Unidos, esto debido a que coloniza rápidamente: tuberías, conductos de agua, embarcaciones, motores, turbinas, etc. un solo ejemplar adulto genera miles y miles de larvas al año. Si no se controla, algunos estiman que los mejillones podrían extenderse a dos tercios de los cursos de agua de América.  Esto generara actualmente en los Estados Unidos aproximadamente 500 millones de dólares de pérdidas al año.

Tan sólo en una planta hidroeléctrica Canadá en el lago Ontario se eliminaron 30 toneladas de mejillones que obstruían un conducto de admisión 2 ½ millas.  Sin embargo estos moluscos intrusos tienen otro lado no tan problemático. Los investigadores han descubierto que estos seres son expertos en la filtración de las sustancias tóxicas presentes en agua.  Un sólo mejillón cebra filtra hasta 2 litros de agua al día.

La ironía de una plaga que también purifica se refleja en los Salmos. Una y otra vez el escritor clamó a Dios en las “aguas turbulentas” del dolor y la pérdida (Salmos 119:153-154). Sin embargo, fueron esas mismas “aguas turbulentas” las que los encaminaron y guiaron de nuevo al Señor.

Las impurezas en nuestros lagos no son nada en comparación con las falsas creencias que invaden nuestros pensamientos. La contaminación del agua, apenas se compara con los venenos de las mentiras que nos decimos a nosotros mismos. No hay nada más tóxico que el orgullo y la autosuficiencia.

Así que podemos decir: “El sufrimiento me hizo bien,  porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.” (v.71). El dolor que sentimos ocasionalmente también nos puede purificar, en nuestros problemas podemos aprender cuáles son los caminos de Dios.

  1. Dios nos conoce, y en ocasiones nos envía o permite el dolor como una prueba; esto con un fin superior, el traer a nuestra vida experiencias que nos generarán gran sabiduría para compartir con otros.
  1. La adversidad puede ser una bendición, no tan fácil de ver.

NPD/MDH