Lectura: 1 Samuel 20:1-23
Es muy fácil decir que amamos a una persona, lo difícil es demostrarlo. La amistad de David y Jonatán hijo de Saúl (1 Sam.18:1-4), nos muestra como su pacto de amistad fue probado hasta tal punto que Jonatán sin importarle su propia vida, actúo con valentía para salvar la vida de David (1 Sam.20:1-23).
Cuando invertimos tiempo y cultivamos amistades cercanas y duraderas, puede que algún día también nos veamos expuestos a demostrar con nuestras acciones, que amamos a esas personas que Dios ha puesto en nuestras vidas.
Te ofrecemos algunas sugerencias para que puedas fortalecer la relación con tu amigo(a):
- Desafía a tu amigo(a) para que crezca espiritualmente. Un buen amigo(a) es con quien puedes conversar asuntos de la fe que ambos comparten.
- Afirma los valores de tu amigo(a), reconoce sus virtudes, y también aunque te cueste un poco, hazle ver los momentos en los que está cometiendo errores.
- Respeta los sentimientos y los deseos de tu amigo(a), nadie quiere compartir con una persona que no escucha opiniones, sueños, problemas e ilusiones de los demás.
- Anima a tu amigo(a) mediante elementos que expresen amor, recuerda que no todos expresamos el amor de la misma manera: palabras de aliento, cantidad de tiempos de calidad, regalos inesperados, actos de servicio sin esperar nada a cambio y un abrazo, nunca están de más.
- ¿Cuál es el lenguaje del amor que prefiere tu amigo(a)?
- Si tienes un amigo en necesidad, sé un amigo de verdad.
HG/MD
“En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para el tiempo de angustia” Proverbios 17:17