Lectura: Mateo 22:1-10
Algunos creyentes han adoptado la idea de que si edifican un hermoso edificio, le ponen un cartel y colocar un anuncio en el periódico, Los no salvos no acudirán a la iglesia por sí solos. Simplemente no funciona de esa manera. No hay un impulsor automático del evangelio, lo que nos hace responsables de nuestros amigos y vecinos. Tenemos que llegar a los pecadores perdidos y llevarlos a los pies de Cristo.
En días D.L. Moody, era una práctica común que las personas alquilaran un banco de la iglesia. Un domingo por la mañana, el joven de 19 años de edad, D.L. Moody marchó por una calle con un variopinto barrio de marginados de la sociedad, que vivían cerca de él. Había alquilado cuatro bancas y estaba decidido a llenarlas con estas personas que estaban espiritualmente necesitados. Habiendo tomado el encargo del Salvador «vayan – id» muy personalmente (Mt. 28:19), tomando literalmente «Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas.»(Mateo 22:10). Salió con ánimo a traer a los perdidos al buen pastor, no sin antes pasar por algunos inconvenientes y desacuerdos con otros miembros de la iglesia, a ver aquella muestra tan interesante que le acompañaba y se sentaba en las bancas de la iglesia (pero ese es un asunto de otra historia).
No cometamos el error de creer que el deseo del Jesús de “ir” sólo se aplica a los misioneros en lugares lejanos. Todos los hijos de Dios están a compartir las buenas nuevas de salvación. ¡Qué tragedia sería si nuestros vecinos nunca escucharan el evangelio, porque nunca les dijimos!
Recordemos son embajadores del Señor: “Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: “¡Vuelvan a Dios!” – 2 Corintios 5:20 NTV
1. Pídele al Señor que colocar una carga en tu corazón para un amigo o ser querido que se haya perdido. ¡Luego vaya a tráigalo, usted puede ser la diferencia entre una vida eterna en el cielo o en el infierno para esa persona!
2. Tenemos que ir a los pecadores, si esperamos que los pecadores vengan al Salvador.
NPD/RDH