Lecturas: Mateo 27:48; Marcos 15:36; Juan 19:28-29.
Este pasaje nos pone nuevamente de frente ante la verdadera agonía y sufrimiento de Jesús, que a esa altura ya estaba totalmente deshidratado, había probado su última cena la noche anterior, y había pasado de juicio en juicio durante la madruga y mañana, había perdido mucha sangre, y posiblemente por los golpes y el grado de estrés tan extremo, debía tener fiebre. No creemos que alguien haya tenido compasión de Él y le ofreciera agua, así que era natural que dijera “Tengo sed”, recordemos que para una persona el líquido es más importante que la comida, pues se puede sobrevivir un poco más con una ración limitada de agua, más no mucho tiempo sin ella.
Algunos autores han sugerido que las palabras de nuestro Señor tenían más profundidad que la mera necesidad fisiológica, al decir que: “Jesús tenía sed de que se tuviese sed de Él”, recordemos que ya el Señor mismo le había dicho a la mujer samaritana: “Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, contestó Jesús, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida.
El vinagre o vino viejo y agrío que ofrecen a Jesús era una medida vamos a decir que de misericordia de parte de sus verdugos, pues este líquido le podría calmar su sed, no debemos confundir este vinagre, con la otra bebida mezclada con mirra que era un tipo de droga (Mt. 27:34). Por el contrario esto cumple la profecía del Salmo 69:21 “…para calmar mi sed me dieron vinagre”.
- ¿Tenemos sed y hambre por la Palabra del Señor? Si no es así deberías examinar tus prioridades.
- Hay personas que mueren todos los días sin encontrar el agua de vida, lo más terrible es que la mayoría de las veces tuvieron la oportunidad de beberla y no lo hicieron. Beben de otro tipo de líquidos que en lugar de vivificar destruyen. Tú puedes ser un vehículo del amor de Dios, recuerda, somos llamados a “Ser pescadores de hombres” y ofrecerles a estas personas el agua viva que obtenemos en Jesús.
MD/HG
“Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: Tengo sed.” Juan 19:28.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.