Lectura: Lucas 6:27-37
Si eres como la mayoría muy raras veces lees todo el texto de los contratos de servicios por Internet o de otros servicios antes de aceptar sus condiciones. Comúnmente tienen una gran cantidad de páginas, la letra es pequeña y la mayor parte de la jerga legal no tiene sentido para las personas comunes y corrientes.
Por esta razón me causó sorpresa cuando leí de un contrato bastante singular por servicios en la nube. En lugar de ser una licencia llena de palabras donde se le dice a la gente cómo no usarla, la empresa brinda una sencilla bendición al instar a los usuarios a utilizarla con buenas intenciones: “Que hagas bien y no mal. Que encuentres perdón para ti y perdones a los demás. Que compartas generosamente sin nunca tomar más de lo que das”.
Imagina por un momento lo que sucedería si se escribieran más condiciones de contratos de servicios en forma de bendición, en lugar de hacerlo en forma de documentos legales. Después pensé: El contrato que Jesús hace con nosotros es así. Él nos ofrece perdón del pecado, paz con Dios y la presencia del Espíritu Santo. A cambio, lo único que pide es que hagamos el bien (Gálatas 6:10), perdonemos como hemos sido perdonados (Lucas 6:37) y amemos a los demás como Él nos ama (Juan 13:34).
- Lo maravilloso del contrato de Jesús con nosotros es que, a pesar de que en ocasiones no cumplimos con todas las condiciones, seguimos recibiendo la bendición al aceptar nuestros errores.
- En tu relación con Jesús no existen engaños legales ni palabras que nadie entiende, es tan clara como el agua y está llena de beneficios eternos.
HG/MD
“Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderes ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 8:38-39).
0 comentarios