Lectura: Santiago 4:13-17

Con el pasar de los años el Señor me ha permitido tener el privilegio de viajar fuera de mi país por diferentes circunstancias, ya sea por ejemplo por motivo de trabajo o por vacaciones. 

Algunos de ellos los he realizado en grupo, y cuando esto sucede es normal que el organizador del viaje convoque a una charla de orientación previa al viaje, en la cual se explican el itinerario del viaje, vuelos, hoteles, contactos y sobre todo se advierte que en ocasiones se puede presentar la necesidad de realizar cambios por imprevistos.

Se hace un énfasis muy grande en la importancia de ser flexibles, poder ajustarse, ir con la corriente en ocasiones, lo cual ahorra la mayoría de posibles descontentos que se puedan presentar por una situación que no está prevista.

En esta misma línea, el capítulo 4 de Santiago aborda el tema de la flexibilidad, por supuesto no estamos negando la importancia de la planificación, pero siempre debemos planificar sabiendo que muchas veces nuestros propósitos podrían no ser los de Dios en un momento determinado.

Es por ello que Santiago 4:13 nos dice: “…Hoy o mañana iremos a tal ciudad, estaremos allá un año y haremos negocios y ganaremos”. Sin embargo, Santiago muy sabiamente nos aconseja que debemos ser flexibles ante la voluntad de Dios: “Más bien, deberían decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (v.15).

  1. Seguir a Jesús es una aventura de principio a fin, ya que debemos descansar en el principio de que Dios sabe lo que es mejor para nosotros; es por ello que tener flexibilidad nos puede preparar para ser parte del gran plan de Dios, sin importar donde estemos o cual rol desempeñemos.
  2. “El corazón del hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos” (Proverbios 16:9).

HG/MD

“Más bien, deberían decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:15).