Lectura: Lucas 19:1-10

Zaqueo no era una persona cualquiera y su baja estatura no había sido problema para opacar su gran ambición, era el jefe de los recaudadores de impuestos de esa zona, probablemente de Jericó, pues esta ciudad era muy prospera y llena de comercio.  Por esa razón también este hombre era de los más odiados en esas tierras, era un siervo de Roma.

El pequeño hombre estaba siendo desplazado por su condición y la multitud le impedía el acceso a Jesús; sin embargo, nada le impediría al menos ver al Señor desde las alturas de un sicomoro.  Sin esperárselo, Jesús lo ve y se auto invita a la casa de este hombre, quizás para cumplir con lo mencionado en Isaías 65:1 “Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban…”

La gente inmediatamente empieza a murmurar diciendo, ¡cómo puede ser posible que coma con pecadores como Zaqueo, un “recaudador de impuestos enemigo” del pueblo!  Esto no le importó a Jesús y mucho menos a Zaqueo, y aquí vemos la actitud contraria a la del joven rico (Mat.19:16-23); Zaqueo como prueba del cambio en su vida regala la mitad de sus bienes a los podres y les restituye en cuatro veces lo defraudado, esto iba más allá de lo que la ley establecía, la cual  en casos de fraude obligaba a devolver lo defraudado más una quinta parte adicional (Lev.6:5).  Solamente por robo y muerte de un animal, se obligaba a devolver cuatro veces lo sustraído (Ex.22:1), él se estaba autoimponiendo el castigo más fuerte.  Jesús reconoce estas acciones que son un fruto de su salvación y advierte: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

  1. El ejemplo de este hombre nos ilustra la condición del ser humano, el cual no puede por sus medios llegar a Jesús, necesita que este lo mire y quiera ir a habitar en su casa. Jesús quiere ir a tu casa hoy, ¿se lo permitirás?
  1. Este hombre también nos ilustra cómo debe ser nuestra vida luego de que Jesús llega a ella, las cosas materiales aunque necesarias, no deben controlarnos o llegar a ser un fin en sí mismas, el Señor desea que nuestra vida muestre los frutos de nuestra relación creciente con Él.

MD/HG

Jesús: La salvación.  “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.  Lucas 19:10.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.

Imágenes: www.LumoProject.com