Arqueología e Historia
Los Esenios (arameo, hasayya, “los piadosos”)
Un movimiento dentro del judaísmo, conocido principalmente a finales del período del Segundo Templo, sobre todo de c. 146 a.C., a c. 70 d.C.
Secta judía conocida por los escritos de Josefo, Filón, Plinio el Mayor, y otros. Su origen comúnmente se ubica algún tiempo poco después de la Rebelión Macabea (c. 168 a.C.), durante la dinastía asmonea (E. Ferguson, 488).
Los esenios vivían juntos en comunidades de tipo monástico durante el tiempo de Jesús. Aunque diferían en algo, estas comunidades tenían características comunes: aislamiento del mundo, estricta observancia de la ley mosaica, una poderosa expectativa escatológica, posesiones materiales en común, y generosa hospitalidad a otros esenios. Desde el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, se piensa comúnmente que la comunidad de Qumrán era esenia en naturaleza.[1]
Ellos persiguieron su propia interpretación de la Torá y profecía. Aunque los esenios influyeron en el desarrollo del judaísmo rabínico y del cristianismo, ninguno de aquellos grupos aceptó la autodescripción de los esenios, y la historia de los esenios a menudo se ha considerado enigmática.[2]
Las enseñanzas de los esenios compartieron mucho con otros judíos, como la Torá y los Profetas, pero reclamaron una interpretación especial, a veces esotérica de las Escrituras. Los esenios consideraron que los sumos sacerdotes del Templo de Jerusalén (a veces asociados con los saduceos) estaban equivocados en sus prácticas y calendarios.
Aunque los esenios tuvieran cuidado en sus deliberaciones legales, ellos no llamaron este «halakha» (La Halakha es el término general para la ley judía y se refiere también a la decisión final autoritativa sobre cualquier cuestión específica), y usaron aquel término sólo como un juego de palabras negativo contra los fariseos como «los buscadores de cosas suaves (dôršê haḥălāqôṯ)». Los esenios observaron la Torá estrictamente, pero según su propia interpretación. Las creencias de los esenios incluyeron la predestinación, papeles importantes para ángeles y la resurrección, aunque no necesariamente incluyendo la resurrección corporal (Josefo e Hipólito discrepan). Ellos esperaban un mesías, o, en algunas descripciones, dos mesías, uno sacerdotal y otro real. La cosmovisión apocalíptica y dualista esenia es similar a Daniel, y no a 1 y 2 Macabeos, que no se encuentran en Qumrán; Dios y los ángeles, no humanos, destruirán a los enemigos.[3]
Con frecuencia se ha tratado de identificar a Jesús con el Maestro de Justicia que fundó la congregación esenia autora de los manuscritos, pero el nombre de Jesús no se menciona allí ni una sola vez, ni siquiera mediante alusión o clave y tanto los análisis de la antigüedad de los rollos encontrados, como los estudios arqueológicos y el análisis histórico muestran que el Maestro de Justicia vivió a comienzos del siglo II a. C.[4].[5]
Si bien hay similitudes y “posibles” conexiones entre los esenios y Jesús, también existen diferencias significativas en sus enseñanzas y prácticas, por lo que se puede indicar que sus ministerios son diferentes en sus objetivos y alcances.
La comunidad de Qumrán, que existió aproximadamente desde el 130 a.C. hasta el 70 d.C., es considerada por muchos eruditos como una variante de los esenios. El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en las cuevas cercanas a Qumrán ha proporcionado valiosa información sobre esta comunidad y el judaísmo antiguo en general. Estos manuscritos, que datan aproximadamente del 200 a.C. al 70 d.C., incluyen textos bíblicos y documentos específicos de la comunidad. Aunque los esenios no se mencionan explícitamente en el Nuevo Testamento, su impacto en el judaísmo de la época fue significativo.
Fuentes:
[1] Stephen Goranson, «ESENIOS», en Diccionario Bíblico Eerdmans, ed. Samuel Pagán, David Gómez Ruiz, y Marcos Antonio Eduino Pereira (Miami Gardens, FL: Editorial Patmos, 2016), 619.
[2] J. Vázquez Allegue, «QUMRÁN», en Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, ed. Alfonso Ropero Berzosa (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2013), 2076.
[3] J. Vázquez Allegue, «QUMRÁN», en Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, ed. Alfonso Ropero Berzosa (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2013), 2075–2076.
[4] James D. Hernando, «Esenios», en Diccionario de Hermenéutica: Una guía concisa de términos, nombres, métodos, y expresiones (Springfield, MO: Gospel Publishing House, 2012), 137.
[5] Stephen Goranson, «ESENIOS», en Diccionario Bíblico Eerdmans, ed. Samuel Pagán, David Gómez Ruiz, y Marcos Antonio Eduino Pereira (Miami Gardens, FL: Editorial Patmos, 2016), 618.
0 comentarios