Lectura: Éxodo 4:1-5

Tendemos a preocuparnos por dos cosas en la vida, por las oportunidades perdidas y por lo incierto que nos depara el futuro.  No obstante, te ofrezco una alternativa a esas dos situaciones, al preguntarte: ¿Qué tienes ahora mismo delante de ti?

Dicho en otras palabras, ¿cuáles son tus herramientas actuales?, ¿quiénes te están rodeando en este momento?, ¿cuáles son tus posibilidades ahora mismo?

Esta pregunta debe quitar el pasado de tu mente, el cual es imposible de cambiar por más que lo intentes, y lo incierto o atemorizante de un futuro que aún no ha llegado.  El enfoque debe estar en quienes tienes hoy, en lo que Dios te ha provisto para este instante de tu vida.

Esto es similar a lo que Dios le pregunta a Moisés desde la zarza ardiente.  Moisés era muy consciente de sus fallos y debilidades, y le expresó abiertamente al Señor su temor ante el llamado para liberar a su pueblo, esas personas con quienes había convivido durante tantos años, que conocía tan bien, y que eran problemáticos tanto como él.

Es por esto que Dios le preguntó directamente: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?” (Éxodo 4:2). Indirectamente, Él le estaba diciendo a Moisés que dejara de preocuparse por su pasado y que dejara de tener ansiedad por lo que él pensaba que iba a ocurrir, y que observara lo que tenía justo delante de él: “la vara de un pastor”.

Le enseñó las posibilidades que tenía si confiaba en Él, mostrándole que, si podía usar una simple vara como la que él tenía entre sus manos para hacer maravillas, imaginara cuántas cosas más podía hacer a través de él, para que su pueblo pudiera creer en Dios y en las extraordinarias obras que haría por medio de su siervo. 

La vara de un pastor es un instrumento para guiar hacia los mejores pastos, proteger de los peligros y también para corrección evitando que las ovejas sigan el camino equivocado. Dios había equipado a Moisés con todo lo que necesitaba; y estaba en sus manos: experiencias vividas de las cuales había aprendido y de confianza para esperar con fe el futuro que Dios le tenía preparado.

  1. Piensas demasiado en tus fracasos o a veces te sientes inseguro por el futuro, recuerda hoy la misma pregunta que Dios le hizo a Moisés: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?”
  2. Piensa e imagina cómo puedes usar tus circunstancias y vínculos presentes para salir adelante, dejarte usar para el beneficio de otros y llevar gloria al Señor. Deja que Dios te use.

HG/MD

“El Señor le preguntó: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Él respondió: Una vara.” (Éxodo 4:2).