Lectura: Romanos 12:1-8

En la secundaria es muy normal que los jóvenes quieran participar en alguna actividad extra curricular o club escolar en el que les guste desenvolverse.

Por ejemplo, algunas secundarias tienen clubes de teatro para los cuales hacen audiciones con el fin de representar tanto roles principales como secundarios.

Pero estos clubes no son solo para jóvenes a quienes les guste actuar o estar a la vista, existen otro sin número de actividades que se desarrollan alrededor de una obra de teatro, como son vestuarios, luces, efectos, arte, escenarios, entre otros.  Además, estás son actividades en las cuales también se involucran mucho las familias, donando tiempo, materiales, invitaciones, comida, y muchas cosas más.

El éxito de las obras de teatro está en la culminación de un intenso proceso de cuatro o cinco meses, que surge como resultado del arduo trabajo de una gran cantidad de dedicados voluntarios.

De manera similar, para que la iglesia, el cuerpo de Cristo, funcione plenamente, cada uno de nosotros debe hacer su parte. Cada creyente está singularmente dotado para el servicio. Estos dones se combinan para cooperar los unos con los otros, “de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros” (Efesios 4:16), y las distintas partes se suman para formar un todo.

  1. Nos necesitamos mutuamente.
  2. ¿Cómo estamos sirviendo a otros y a Dios en nuestra iglesia local?

HG/MD

“Así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero todos somos miembros los unos de los otros” (Romanos 12:5).