Lectura: Deuteronomio 6:1-12
Luego de realizar una parada para echar gasolina a su casa rodante, el hombre condujo cinco horas antes de notar que había dejado a alguien atrás: a su esposa. El número de teléfono estaba a su lado, es por ello que cuando llegó a la ciudad más próxima, pidió ayuda a la policía para comunicarse de inmediato con ella. El hombre estaba muy avergonzado porque no había notado su ausencia.
Parece increíble que este hombre pudiera haber olvidado a su esposa, pero si hacemos una comparación, nosotros no somos nada diferentes, cuando hablamos de nuestra relación con Dios. En la realidad la mayoría de las veces no recordamos, ni involucramos a Dios en nuestras vidas.
Cuando vemos a Israel y observamos la relación que tenemos con Dios, nos damos cuenta que tampoco somos muy diferentes a ellos; y al igual que a ellos, Dios nos recomienda lo siguiente:
- Enfócate en el verdadero propósito de la vida y mantén tus prioridades en orden (Deut. 6:4-5).
- La Biblia debe llegar a ser parte de lo que piensas, sientes y haces (Deut.6:6).
- Háblale a tus hijos de Dios y propicia oportunidades para hablarles de Su Amor (Deut.6:7).
- Escribe Su Palabra, y ponla en donde la veas con frecuencia, ya sea en tu casa, trabajo, teléfono, redes sociales, etc. (Deut.6:8-9).
- No tienes que limitar tu relación con Dios a los momentos de tensión, peligro, tristeza o enfermedad; debes tener un corazón agradecido por las bendiciones recibidas a diario (Deut.6:10-11).
Haciendo esto, mantendrás a Dios más presente en tu vida y no lo olvidarás en la primera estación de servicio en la que te detengas.
- Debemos estar conscientes de Su presencia en nuestra vida, sólo así tendremos comunión diaria con Él.
- Si te parece que Dios está lejos, ¿quién crees que fue el que se alejó?
HG/MD
“Entonces ten cuidado; no sea que te olvides del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.” Deut.6:12