Lectura: Génesis 17:4-7,15-19

Un inventor autónomo de Branson, Missouri, decidió cambiar su nombre a «Ellos.» Dijo que lo hizo por diversión para tratar la referencia común que las personas hacen a «ellos.»  Comento, «La gente dice, «Ellos hacen esto,» o «se les debe echar la culpa a ellos por eso.»  «Ellos» logran cosas tan grandes. Alguien tenía que ser el responsable.» Cuando sus amigos llaman a su casa, preguntan, «¿Esta ellos allí?» Su nuevo nombre debe volver locos a los gramáticos.

El nombre de Abram fue cambiado, pero no en base a un capricho. El Señor lo cambio. En tiempos bíblicos, Dios a menudo le cambiaba el nombre a una persona para indicar lo que Él iba a hacer por medio de esa persona.

El nombre de Abram («padre exaltado») fue cambiado a Abraham («padre de multitudes») porque Dios había prometido hacer de él un padre de muchas naciones (Génesis 17:5) por medio de quien «serán benditas todas las familias de la tierra» (12:3).

En cumplimiento a la promesa de Dios, Jesús vino de la línea de Abraham y bendijo a las naciones dando Su vida por nuestros pecados. Cuando creemos en El, somos bendecidos y se nos promete vida eterna con El. Dios ahora nos llama por nuevos nombres: «Mi pueblo» e «hijos del Dios viviente» (Romanos 9:25-26).   Como Su pueblo, podemos ser usados por El para bendecir a los demás.

1.

NPD/AMC