Lectura: Lamentaciones 2:13-19

“La vida no tiene sentido”, esas fueron las palabras que salieron de la boca de una persona sin esperanza y enojada con Dios.  Además, dijo: “Ni pierda el tiempo hablándome de Jesús, ni ore por mí, cuando muera el único sitio al que iré es dos metros bajo tierra”.

Este hombre necesitaba urgentemente una dosis de esperanza.  Las personas como él están listas para rendirse, sin saber que la ayuda está a una simple oración de distancia.

Un ministro se encontró en el hospital con una dama que tenía dos niñas.  Su esposo estaba muriendo debido a un accidente producido por una persona alcoholizada, ellas estaban en una esquina llorando.  Al verlas, el ministro se acercó y les ofreció palabras de consuelo, también les explicó el maravilloso plan de salvación en Cristo Jesús, luego de esto las acompaño en los últimos momentos de este hombre; su nueva fe depositada en Dios, las ayudó a superar aquellos tristes momentos.

En nuestra lectura devocional en el libro de Lamentaciones 2, la situación era muy complicada para los israelitas, ya que se encontraban bajo ataque de los babilonios invasores quienes estaban llenando de muertos las calles de su querida Jerusalén.  La situación no mejoraba con el tiempo, pues los que sobrevivieron a este ataque morían de hambre; sin embargo, quienes quedaron, fueron sensibles al llamado de oración y arrepentimiento a través del profeta Jeremías (v.19).  Con el tiempo, la situación mejoró y Dios los trajo a su tierra nuevamente.

  1. ¿Estás pasando por una situación desesperada? No te rindas, pide ayuda a Dios, habla con Él, dile como te sientes y muéstrale que quieres seguir Su voluntad a pesar de las circunstancias.
  2. Aunque creas que no te queda nada, aún te queda la oración y eso es suficiente.

HG/MD

“…Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor…” (Lamentaciones 2:19).