Lectura: Filipenses 3:1-16
John Calvin Coolidge Jr. (1872-1933), fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos, y pronunció una frase que se volvió común con los años: “opto por no postularme”. Luego de decirla, como siempre los periodistas lo acosaron con preguntas que buscaban detectar lo que había detrás de una declaración poco frecuente, y más viniendo de un político. Tanta fue la presión, que por fin expresó la razón que estaba tras esa frase: “¡No hay espacio para crecer!”.
Aunque lo dijo con una sonrisa en el rostro, su respuesta es común cuando una persona consigue un gran logro, y luego de ello queda un vacío a causa de la desaparición de la expectativa y luchas que la llevaron a conseguir la meta soñada, con lo cual pueden aparecer de nuevo las dudas sobre el futuro y reaparecen las inseguridades.
De la misma manera, en la vida cristiana puedes experimentar esta sensación de vacío tras el logro de un objetivo como: completar la lectura de la Biblia en un año, llegar a ser líder de un grupo que siempre deseaste dirigir, o simplemente compartir el mensaje del evangelio con otra persona.
Pero alcanzar una meta no tiene por qué ser el final; el apóstol Pablo lo describió de la siguiente manera: “No quiero decir que ya lo haya alcanzado ni que haya llegado a la perfección, sino que prosigo a ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús” (Filipenses 3:12). Pablo estaba tratando de ser como Cristo en todas las experiencias de su vida, y nosotros al igual que él, estamos transitando el largo camino de la vida, la cual nos proporcionará toda una serie de buenas y malas situaciones que nos enseñarán a ser mejores, y nos permitirán tener nuevos sueños y metas. Sin embargo; recuerda que los más profundos anhelos de la vida se satisfacen tan sólo cuando conoces a Jesús como Salvador y Señor de tu vida, y posteriormente, procuras ser más como Él en su carácter y prioridades.
- Un creyente siempre tendrá espacio para crecer.
- El espacio para crecer es el más grande del mundo, no lo dudes.
HG/MD
“No quiero decir que ya lo haya alcanzado ni que haya llegado a la perfección, sino que prosigo a ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús” (Filipenses 3:12).
Buenos dias, muchas gracias por el gran esfuerzo que hacen día a día de tener Palabra a través de los Devocionales. Desde hace algún tiempo, más de un año, son mi devocional diario y quiero agradecer porque ustedes son el medio para mi comunión con Dios, sin duda son de gran bendicion. Saludos de Hermosillo, Sonora, México.
Buen día Oscar, gracias por tus comentarios, todo lo hacemos para la gloria de Dios, bendiciones