Lectura: Génesis 1:20-27
A finales de 1970, el biofísico Harold J. Morowitz de la Universidad de Yale llegó a algunas conclusiones sorprendentes sobre lo que costaría hacer un cuerpo humano. Teniendo en cuenta las proteínas, enzimas, ARN, ADN, aminoácidos y otras sustancias bioquímicas complejas que forman la materia de la vida, el Dr. Morowitz concluyó: “Poner en marcha esta lista de compras químicas en las células humanas podría costar seis mil billones de dólares. Montaje de esta pila de productos necesarios para producir células de tejidos, tejidos para los órganos y los órganos para un cuerpo vivo, podría drenar todos los tesoros del mundo, sin ninguna garantía de éxito.”
Al pensar en esto, nos asombrados de la sabiduría y el poder del Creador Dios que nos creó. Pero somos más que un cuerpo físico. Dios ha dotado a cada uno de nosotros de un alma eterna que vale más que el mundo entero (Mt.16:26).
Dios nos creó para tener comunión con Él para siempre. Es por eso que cuando Adán y Eva pecaron en contra de su Creador Él no les rechazó totalmente. Amaba tanto a su creación caída que dio a su unigénito Hijo Jesucristo para proporcionarles un camino de salvación.
1. Estamos frente a ti Señor con reverencia, estamos maravillados por Tu creación y agradecidos por la redención en Cristo, y por lo tanto nos entregamos completamente a Ti.
2. El Señor que te creó, quiere ser el centro de tu vida.
NPD/