Lectura: Eclesiastés 4:1-12

Al asistir a un partido de futbol, por esa vez pude estar cerca del banquillo donde se encuentran los jugadores que esperan para posibles cambios, el entrenador y todo el equipo que le ayuda.

Ese partido en particular era muy importante pues definía un título, así que cuando el equipo anotó, el entrenador envió rápidamente una orden a sus jugadores: “Dobles, dobles”.

De inmediato la estrategia cambió de ofensiva a defensiva, los jugadores se movían ágilmente en grupos de dos o más para presionar al jugador del equipo contrario que estaba en posesión del balón.

Pensar es esta estrategia me recordó al autor del libro de Eclesiastés, muy posiblemente fue el sabio Salomón; en sus páginas él reconoce lo complicado y frustrante que puede ser nuestro mundo, pero también aconseja sobre lo bueno que es tener un compañero de viaje, ya que hará las vivencias menos complicadas: “Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo” (Eclesiastés 4:9). 

Alguien que lucha solo en este mundo, puede ser vencido o logrará sus objetivos con una mayor dificultad, mientras que, si son dos, ambos pueden presentar resistencia (vv.10-12).

Las palabras de este sabio escritor, nos alientan a compartir nuestro viaje con otros, lo cual para algunas personas es muy complicado ya que requiere que seamos también vulnerables y dispuestos a tener que escuchar otras opiniones, pero también nos puede brindar una fortaleza extraordinaria para la lucha que enfrentamos contra el enemigo.

  1. En muchas ocasiones será aconsejable realizar un trabajo de equipo, para hacernos más eficaces y eficientes a la hora cumplir con nuestra misión.
  2. Dios nos bendice con amigos(as) y compañeros(as) de trabajo, estudio o ministerio para ayudarnos a enfrentar los problemas de este mundo.

HG/MD

“Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Y un cordel triple no se rompe tan pronto” (Eclesiastés 4:12).