Lectura: Lucas 16:1-15
Los mayordomos o administradores en la época de Jesús eran siervos de confianza que en la mayoría de los casos habían nacido en los terrenos de sus amos, estaban encargados de administración de bienes, otros siervos y los negocios.
Esta parábola tiene un factor común con la anterior del hijo perdido, ambos eran despilfarradores, sin embargo, en este caso las cosas son un tanto diferentes, en esta parábola todos son corruptos y perversos, el mayordomo que robaba a su amo, los deudores que aceptaron los descuentos no autorizados, y el amo que alaba a su “astuto” y perverso mayordomo.
Algunos han interpretado que Jesús está dando un mal ejemplo en esta enseñanza; sin embargo, es todo lo contrario, está usando situaciones que vemos cotidianamente para alertarnos, si quieres usar tu dinero de una manera sabia, úsalo para llevar a las personas a Cristo.
Al final de esta parábola Jesús lleva la atención a la manera correcta de administrar; siendo honestos en lo poco, demostraremos con acciones que estamos preparados para tener mayores y verdaderas responsabilidades que esperan por nosotros, no se puede terminar bien si tratamos de servir a dos señores, el creyente está llamado a poner a Dios siempre por encima de las riquezas.
- El creyente siempre enfrentará tentaciones para hacer lo incorrecto, es ahí donde debemos reconocer, en quien hemos confiado y a quién hemos elegido servir.
- La vida cristiana debe ser siempre una aventura de continuo crecimiento personal, donde cada día nos debemos preparar para mayores desafíos futuros, donde la gloria siempre será para nuestro Señor.
MD/HG
Jesús: Integro y fiel. “El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. Lucas 16:10
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic