Plan de Lectura- Salmos 126 – 128 & Proverbios 13.
El segundo exilio se produjo en el año 70 d. C. cuando el general romano Tito, futuro emperador, derrotó una revuelta judía y destruyó el segundo templo.
Un mayor número de judíos fue expulsado después de que fuera aplastada la rebelión de Bar Kojba en el año 135 d. C. Desde entonces los judíos se dispersaron por todo el Imperio romano y posteriormente por el mundo, encontrándose en casi todos los países. Sin embargo, siempre hubo judíos que nunca salieron de lo que ellos llaman la «Tierra Prometida».
La dispersión de judíos por todo el mundo los convirtió en una minoría cultural en numerosos países, lo cual provocó en muchos casos un rechazo por parte de la sociedad circundante, manifestándose en persecuciones, expulsiones y demás. Durante la segunda mitad del siglo XIX, algunos pensadores como Theodor Herzl o León Pinsker propusieron remediar esta situación mediante la creación de un Estado Nacional para el pueblo judío. Esto llevó a la creación del movimiento sionista y el posterior levantamiento del Estado de Israel en 1948.
Con la proclamación del Estado de Israel se dieron por finalizados los casi 2000 años de Galut (‘Exilio’) de la Tierra Prometida, ya que desde entonces todos los judíos del mundo tienen la posibilidad de inmigrar sin costo alguno y obtener la ciudadanía israelí. Por ello ahora se lo conoce como Tfutzot (‘Diásporas’).
La tercera triada de salmos graduales pueden identificarse con el nombre: “Cuando amenaza el fracaso”. El Salmo 126 clama pidiendo bendición, el 127 asegura que ésta no vendrá por el mero hecho de trabajar, sino por confiar; el 128 cumple los anhelos del 126 y confirma las afirmaciones del 127.
1. Salmo 126. Aproximadamente 8 de cada 10 judíos viven en «la dispersión». ¿Cuándo volverán a Israel? ¿Dónde estará la Iglesia cuando esto ocurra? (Romanos 11; 1Tes. 4:13-18; 1Corintios 15). Habrá muchos cantos de alegría cuando esto suceda, esperémoslo, cada pueblo y plan tienen su final feliz: los judíos su tierra prometida (Gén.12), y nosotros ante la presencia de nuestro Salvador (Fil.1).
2. Salmo 127. Este salmo cubre tres áreas de actividad humana con gran potencial de ansiedad: La casa, la ciudad (1) y la familia (3–5). ¿Qué pasa si nuestra vida es tan sólo trabajar y trabajar? ¿Qué le sucederá a nuestra casa (familia) y por lo tanto a la sociedad? ¿Cuál es la base de la sociedad? ¿Cuál es el centro de los ataques de Satanás en estos días? Si respondiste —la familia— estás en lo correcto. ¿Cuál es el gran consejo que nos da este salmo?
3. Salmo 128. Este salmo está escrito en singular, y sus bendiciones también son personales. Esto es significativo cuando pensamos que somos responsables por lo que hacemos, ya sea bueno o malo. ¿Cuáles son las bienaventuranzas singulares que ves en estos versos? Recordemos lo que Dios le prometió a su pueblo Israel en 2 Crónicas 7:14.
4. Proverbios 13. La búsqueda de riquezas es en realidad un logro ambiguo; resuelve problemas y atrae otros que los pobres no tienen (8). Otra verdad que depende del modo en que la vea el lector se encuentra en el verso 19, y tiene que ver con los deseos cumplidos. ¿Qué aprendes de estas dos lecciones? ¿Qué podrías compartir con un amigo sobre este capítulo?