La cosecha vale la pena

por | Abr 24, 2025 | Devocionales | 1 Comentario

Lectura: Gálatas 6:1-10

Por supuesto, trabajar es una actividad rutinaria que en algunos casos es algo tediosa; la hacemos prácticamente todos los días, semana tras semana.

Luego de algún tiempo, levantarse temprano, tener que realizar tareas y actividades con compañeros de trabajo o actividades de servicio al cliente, nos cansa, y es por lo que necesitamos vacaciones.  Por el contrario, tomar vacaciones nunca será algo tedioso ya que nos relaja gracias al descanso y es algo que disfrutamos sin importar que esté asociado al trabajo.

El apóstol Pablo usó una ilustración muy similar al referirse a las actividades de sembrar y cosechar, porque sabía que una de esas actividades podía ser considerada como agotadora (Gálatas 6:7-10). Escribió: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos” (Gálatas 6:9).

También, es difícil amar a nuestros enemigos, disciplinar a nuestros hijos y orar sin cesar. Sin embargo, ¡cosechar lo bueno que hemos sembrado nunca será tedioso! Qué gozo nos da cuando vemos que el amor triunfa sobre el conflicto, que los hijos siguen los caminos del Señor o que las oraciones son respondidas.

Aunque trabajar muchas veces implica largos días haciendo muchas actividades, el resultado de nuestro trabajo nos anima a seguir adelante a pesar de que tengamos que continuar haciéndolo durante muchos años; no obstante, la cosecha de la que habla Pablo es eterna.

  1. En cuanto tengas la oportunidad haz lo bueno; aunque parezca algo rutinario esto agrada al Señor.
  2. No te desanimes mientras obedeces al Señor. Recuerda que tu esperanza está garantizada aun después de que dejes este mundo.

HG/MD

“Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe” (Gálatas 6:10).

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1 Comentario

  1. Ricard Asin

    Cuando el camino pesa, recuerdo: «No nos cansemos de hacer el bien» (Gálatas 6:9). Dios no desperdicia lo hecho por amor a Él.
    Cada acto de obediencia, aunque pequeño, es parte de algo mayor. La cosecha depende de Su fidelidad.
    «Señor, ayúdame a perseverar, confiando en Ti.»

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