Lectura: 1 Pedro 2:9-25

Uno de los canales de aventuras y naturaleza, estaba promocionando un programa en el cual se dejaría a una persona “sola” durante un mes, para experimentar la supervivencia siendo ermitaño moderno, tan sólo le era permitido llevar una lista limitada de cosas, entre ellas un libro de su preferencia.

¿Qué harías si te seleccionaran para ser el ermitaño moderno? Suena como algo divertido. Imagínate, estar a solas con tu Biblia durante un mes. Podrías pasar el tiempo memorizando versículos, meditando en las Escrituras, orando durante largos ratos del día.

Como creyente en Jesús, puedes ver los beneficios de pasar tiempo seriamente en soledad con el Señor, en algunos momentos lo necesitas hacer al igual que el Señor lo hizo: “Pero él se apartaba a los lugares desiertos y oraba” (Lucas 5:16).

Sin embargo, también es cierto que el Señor no te llamó para que fueras ermitaño de profesión. El apóstol Pedro escribió una carta que da un muy buen consejo sobre cómo vivir una vida santa en este mundo, sin convertirse en alguien que se aísla de todo y todos. Dijo a sus lectores: “Tengan una conducta ejemplar entre los gentiles, para que en lo que ellos los calumnian como a malhechores, al ver las buenas obras de ustedes, glorifiquen a Dios…” (1 Pedro 2:12).

Si lees de nuevo el verso, notarás el énfasis en la palabra “entre” los gentiles.  Si te alejaras todo el tiempo y crearas tus refugios e ignoraras el mensaje que el apóstol Pedro transmite, estarías cometiendo una equivocación.  Jesús quiere que causes un impacto profundo en el mundo y en las personas que lo habitan, gracias a su mensaje de salvación.

  1. No es posible ser luz debajo de una piedra, sé la luz de esperanza que comparte con otros el mensaje de Jesús.
  2. Sal de tu zona de confort, y permite que otros vean lo que Dios puede hacer en una vida cuando acepta que Él tome el control.

HG/MD

“Tengan una conducta ejemplar entre los gentiles, para que en lo que ellos los calumnian como a malhechores, al ver las buenas obras de ustedes, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.” (1 Pedro 2:12).