Lectura: Colosenses 3:1-17

Estaba viendo un programa de televisión en que contaban historias sorprendentes, en una de ellas se narraba la historia de dos hermanos que realizan un paseo en sus motos de invierno por un sendero poco transitado de la montaña.

De repente una fuerte tormenta se desató sobre ellos y la nieve rápidamente se acumuló sobre el camino, hasta hacerles imposible seguir adelante; la nieve les llegaba al pecho y el viento arreciaba con fuertes ráfagas sobre ellos.  Lo único que se les ocurrió fue recordar algunos consejos que habían recibido de su abuelo, quien les indicó que cuando se está en ese tipo de situaciones lo mejor es hacer una cueva en la nieve para escapar del frío y del viento.

Así lo hicieron y lograron sobrevivir aquella terrible noche, al día siguiente sus padres organizaron una búsqueda y debido a que se habían mantenido en la senda que habían planeado seguir e informado a sus padres al respecto, lograron ser encontrados temprano por la mañana.

Luego de que los rescataron uno de ellos dijo: “Gracias a Dios y a los consejos de nuestros seres queridos logramos sobrevivir, en esos momentos todas nuestras decisiones debían ser las correctas, de lo contrario habríamos muerto”.

Como creyentes estamos viviendo en mundo hostil que intenta a toda costa que no sigamos en el Camino (Juan 14:6).  Diariamente hay fuerzas que procuran nuestro mal, algunas de ellas son internas como el egoísmo, la pereza y el orgullo, y otras son externas, tales como las influencias de amigos, información equivocada que vemos y oímos por medio del internet u otros medios, y de personas que no apoyan nuestra fe; cualquier decisión equivocada podría provocar gran afectación a nuestro testimonio y objetivos de vida.

  1. Cada movimiento y pensamiento, cada acción y palabra, debe responder a nuestra fe en Jesús (Colosenses 3:17).  Vivir conforme a los principios de Dios y actuar de la forma como actuaría Jesús, hará que tomemos las decisiones correctas.
  2. Cuando tengas que tomar una decisión, piensa por un momento y pregúntate: ¿Qué haría Jesús?

HG/MD

“Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).