Lectura: Lucas 23:13-16.
Luego que Herodes entregara al Maestro de vuelta a su antiguo enemigo, Pilato les declara a los líderes religiosos judíos su parecer; para el imperio Jesús no es culpable de un delito digno de muerte.
Pilato convoca a los líderes que le habían presentado el caso y comparte con ellos su opinión, Jesús no era un sublevado, no había evidencias de que estuviera buscando un levantamiento del pueblo en contra de Roma, no habían sido suficientes sus declaraciones ni acusaciones; el mismo Herodes estaba de acuerdo con él, e incluso lo había interrogado delante de ellos.
Parece muy obvio, Pilato no quería condenar a Jesús, lo cual es digno de reconocer de este hombre; sin embargo no se nos debe olvidar la misión final de Jesús, morir en la cruz. Satanás quiso evitar que Jesús cumpliera su misión y utiliza un último recurso, Pilato pronuncia la frase “así que le daré una paliza y después lo soltaré” refiriéndose a sus planes. Si vemos “esa libertad” desde un punto de vista puramente humano la situación de Jesús parecería buena, más en realidad resultaba ser peligrosa para efectos del plan de salvación de Dios. Recordemos la corrección hecha a Pedro en Mateo 16:21-23, al tratar de disuadirlo de su misión, Satanás siempre intentó que Jesús fracasara.
- Hay caminos que parecen ser buenos, más si los vemos con detenimiento empezaremos a ver los peligros ocultos de ese camino amplio, recordemos siempre que la obediencia es primero.
- Estos pasajes nos confirman una verdad con respecto a Jesús, su vida y ministerio no tuvieron mancha.
MD/HG
Jesús: Casi liberado. “Así que le daré una paliza y después lo soltaré” Lucas 23:16.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.