Plan de Lectura: Salmos 21 – 25.

Se dice que reformador Martín Lutero en cierta ocasión dijo lo siguiente: “Estoy tan ocupado hoy, que pasaré tres horas en oración”. Tal vez le parezca absurdo; pero necesitamos sacar tiempo para orar y meditar en la grandeza de Dios. ¿Para qué? Para aprender que Dios es soberano y en Él hay victoria.

Estos salmos nos sirven como motivación para que confiemos de todo corazón en Dios, quien desea protegernos y cuidarnos aun en momentos que consideramos que Dios está lejos.

1. Salmo 21.  Este salmo es complementario con el anterior, ya que si el Salmo 20 se cantaba antes de ir a la batalla, éste nos muestra nuestra actitud después de la victoria.  ¿A quién debemos atribuir las victorias en la vida?  ¿De quién eran enemigos los opositores de Israel?  Esto nos debe recordar que los que no están con Dios son enemigos de Dios, debemos tener cuidado con ellos (Romanos 5:10).

2. Salmo 22.  También podemos contrastar dos salmos (Salmos 22 y 23).  Este primero es ejemplo de una fe probada, ya que nos muestra una descripción del ministerio del Mesías como el Siervo Sufriente de Dios.  ¿Cuáles son los versos más reconocidos como cumplimientos proféticos?

3. Salmo 23.  Este es por demás el salmo más conocido de todos los salmos.  Es la descripción del buen Pastor-Jesús sobre sus ovejas (Juan 10). ¿Cómo se describe el pastorado del Señor?  ¿Por qué se puede considerar que este salmo es el ejemplo de una fe infantil?

4. Salmo 24.  Este también es un salmo mesiánico.  ¿Quién es este Rey de gloria para ti?  ¿Cómo recibiremos las bendiciones de Dios?

5. Salmo 25.  ¿Cuáles eran las peticiones de David para Dios?