Lectura del día: Juan 19:31-37

Estaba avanzada la tarde del viernes de Pascua, se aproximaba el sábado y no era uno común, se trataba del inicio de la fiesta de los panes sin levadura; los judíos no querían tener cuerpos crucificados el sábado por lo importante de la celebración donde se recordaba la salida de Egipto, y era una ordenanza de la ley para no ser contaminados (Dt. 21:22, 23).

Así que le solicitaron a Pilato que le rompiera las piernas con un mazo a los crucificados con el fin de acelerar su muerte por asfixia; lo cual producía graves lesiones, pérdida de sangre y dificultad para respirar, pues se perdía la capacidad de impulso.  Esta era una petición necesaria, pues era normal para los romanos el dejar a los condenados sufriendo hasta que la muerte llegara de forma natural y luego dejarlos colgados como alimento de aves de rapiña, como un disuasivo para que otros no osaran revelarse contra el imperio romano.

Con el visto bueno del gobernador romano, procedieron a romperles las piernas a las dos personas que estaban al lado de Jesús, pero cuando llegaron a Él lo encontraron ya muerto, así que no le quebraron sus piernas.  Luego de esto y como una forma de asegurar su “diagnóstico”, traspasaron su costado muy profundamente; algunos han dicho que debido al sobreesfuerzo y su agonía a Jesús literalmente se le destrozó el corazón y debido a ello la sangre del corazón se mezcló con el líquido del pericardio que lo rodea; la lanza del soldado rompió el pericardio, y en ese momento brotó la mezcla de sangre y agua.

Cualquiera que fuera la razón, con estos sucesos se cumplieron dos profecías, en Zacarías 12:10 “Harán lamentación por el que traspasaron” y la ordenanza de Núm.9:12, que decía que al cordero pascual no se le romperían los huesos, y la profecía del Salmo mesiánico 34:20.  Juan, el discípulo amado quien estuvo al pie de la cruz, cuenta y certifica la veracidad de los hechos.

  1. Jesús te amó tanto que entregó su vida por ti, dio hasta su última gota de sangre.
  1. Jesús es un cumplidor de promesas, te lo aseguro, Él regresará (1 Tes.4:13-18), ¿estás preparado para su venida, has aceptado su regalo de salvación?

MD/HG

Jesús: Acompañado por los que le amaban.  “Pero todos los conocidos de Jesús, incluso las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron mirando desde lejos.” Juan 31:35

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.