Lectura: 1 Corintios 10:1-13
Hace algunos días estuve en una conferencia de ciber seguridad, en la cual uno de los expositores indicó lo vulnerables que son las computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas, entre otros, a los ataques de “piratas” (Hackers) informáticos.
Si una persona o empresa no se protege debidamente, sus datos y sistemas estarán expuestos a los ataques de este tipo de delincuentes del ciber espacio. En la conferencia se compartieron historias reales de empresas que han sido víctimas de este tipo de delitos. En algunos casos, estas personas tan sólo entran a un sistema en particular para demostrar que pueden; por ejemplo, se contó la experiencia de una empresa muy grande, cuyo sistema de mantenimiento había sido infiltrado ya que no estaba asegurado. El ataque consistió en apagar el aire acondicionado que mantenía un ambiente controlado en el cuarto de cómputo. Con el tiempo, debido al sobrecalentamiento, las máquinas se apagaron como medida para evitar que se quemaran los procesadores, con esto sacaron de funcionamiento a la empresa durante muchas horas, lo cual se tradujo en muchas perdidas mientras restituían el sistema.
Al igual que estas situaciones empresariales, el exceso de confianza y un falso sentido de seguridad, pueden llevarnos a enfrentar una derrota en nuestra batalla contra las fuerzas del mal. En nuestra lectura devocional en 1 Corintios 10:12 leímos lo siguiente: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”; debemos estar siempre en estado de alerta, no debemos ser tan ingenuos, ni confiar tanto en nuestras propias habilidades, no estamos exentos de los errores, podríamos caer tan fácilmente como cualquiera, debemos olvidarnos de la autoconfianza que finalmente es inútil, en lugar de eso cultivemos una confianza depositada en Dios.
Este pasaje no nos dice que tratemos de ser más astutos que el enemigo, sino que confiemos más en Aquel que puede sostenernos en medio de la mayor de las dificultades, tal como nos lo dice el verso 13 del capítulo 10 de Corintios: “…fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir”.
- La confianza en Dios es la clave para permanecer espiritualmente en guardia contra las asechanzas del enemigo.
- Cuando la tentación toque a tu puerta, deja que Jesús la abra.
HG/MD
“No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir.” (1 Corintios 10:13).