Lecturas: Mateo 24:1-2; Marcos 13:1-2; Lucas 21:5-6.
Con estos primeros versos inicia lo que comúnmente se le ha conocido como el sermón del monte de los olivos el cual tiene muchas referencias proféticas ligadas a los últimos días. Este monte se ubicaba al este del Templo de Jerusalén.
Para iniciar hace referencia a la destrucción del templo, mismo que para muchos fue el segundo templo reconstruido y terminado por Zorobabel aproximadamente en el 515 a.C., mientras que para otros se trataba del tercer templo; lo cierto es que Herodes el Grande decide ampliarlo doblando su tamaño original y añadiendo nuevos espacios a partir del 20 a.C. su magnitud era tal que aún estaba en remodelaciones cuando los romanos lo destruyeron en el 70 d.C. Esta sin duda era una de las estructuras más bellas del tiempo antiguo, con detalles en oro, mármol blanco y maderas preciosas, y los judíos estaban orgullosos de tan esplendorosa obra arquitectónica, era su símbolo de identidad nacional.
Cuando Jesús nuevamente pronuncia palabras de destrucción dirigidas al templo, los discípulos aun debían estar asimilando todo el discurso de Jesús en contra de los fariseos y su condena sobre la ciudad; recordemos que como muchas referencias del antiguo testamento este templo también era sombra de lo que había de venir, y debía ser destruido y reconstruido (refiriéndose a su muerte y resurrección – Juan 2:19-21).
El templo cae finalmente y es literalmente destruido por incendios que desmoronaron las piedras, las cuales luego fueron cernidas con el fin de recuperar la mayor cantidad de oro posible. Las personas tenían que entender que este templo era temporal y finito, el verdadero templo de Dios, Jesús, estaba ahí frente a ellos y no le reconocieron.
- Jesús no lloró por la destrucción de un edificio construido por manos humanas, lloró (Luc.19:41) al contemplar la falta de respuesta de su pueblo, ante su Dios presente.
- Deseas experimentar la presencia de Dios, tan sólo tienes que aceptar el regalo de salvación que Él te ofrece por medio de Jesús.
MD/HG
Jesús: Enseña sobre lo finito y lo infinito. “En cuanto a todo esto que ven ustedes, llegará el día en que no quedará piedra sobre piedra; todo será derribado.” (Lucas 21:6).
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.