Lectura: 1 Reyes 19:19-21
En mi juventud disfrutaba mucho de los campamentos que organizaban mis líderes de jóvenes, y posteriormente también disfruté cuando por muchos años organicé este tipo de actividades junto con otras personas.
Recuerdo que estaban llenos de juegos, fogatas, bromas, lecciones de la Biblia y cánticos que hablaban de seguir a Jesús sin importar el costo, de ser valiente a pesar de las circunstancias, entre otros muchos temas que nos animaban a continuar creciendo en nuestra fe.
Cuando Eliseo decidió seguir al profeta Elías, llevó a cabo algo increíble que le haría imposible regresar a su antiguo trabajo agrícola. Después de ir a su casa y hacer un banquete de despedida, “tomó la yunta de bueyes y los mató” (1 Reyes 19:21). Quemó sus instrumentos para arar, asó al fuego la carne recién cortada y dio de comer a todos los presentes, poniendo fin a su forma de vivir. Después, “se levantó y fue tras Elías, y le servía” (1 Reyes 19:21).
Debemos entender que cuando iniciamos nuestro camino de fe, aparte de entender que Jesús es nuestro Salvador, debemos tener claro que Jesús también debe ser nuestro Señor, lo cual implica consagrarnos a Dios quien merece nuestra devoción; esto implica el pago de un precio, negarse a uno mismo (Marcos 8: 34-38).
- Nada se compara con lo que ganamos cuando vivimos nuestra vida con Cristo.
- Debemos tener claro que Jesús es nuestro Salvador, pero también es nuestro Señor.
HG/MD
“Porque el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por causa de mí la hallará.” (Mateo 16:25).
Tenemos que hacer el cambio. Para vivir una nueva vida dejando atrás el viejo hombre y ser nuevas criaturas en cristo Jesús
Por que ya no se puede leer lo versículos ya no aparecen en rojo