Lectura: Juan 11:1-14

Un hombre estuvo en coma durante 10 años, era un policía de profesión quien durante una salida para atender una emergencia recibió un disparo en la cabeza, el cual lo dejó en ese estado durante todo ese largo tiempo.

Entonces un día el milagro sucedió, el hombre despertó y de manera inmediata empezó a hablar con sus familiares; les dijo a sus hijos que los amaba y a su esposa, que no había dejado de soñar con ella.  Sin embargo, durante la recuperación de una operación que posteriormente le hicieron, tuvo una complicación y murió de un paro cardiaco.

En este mundo muchas personas están físicamente vivas, pero viven un coma espiritual.  No están conscientes de las realidades divinas, están totalmente desconectados de Dios y muertos en sus delitos y pecados (Efesios 2:1-2).   Pero de la misma forma que Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos, el Espíritu Santo puede proporcionar una nueva vida espiritual a aquellos que responden a la súplica: “¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo!” (Efesios 5:14).

  1. ¡Cuán agradecido debes estar porque estás vivo en Cristo, porque fuiste despertado de tu sueño espiritual!  Si aun no has experimentado la vida que puede darte Jesús, hoy puede ser el momento de tu despertar a la verdadera vida eterna en Cristo Jesús.
  2. No hay enfermedad más mortal que el pecado; la cruz es la única cura.

HG/MD

“¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo!” (Efesios 5:14).