Lectura: Salmos 19:1-14

Se cuenta que un general del ejército norteamericano que estaba en Japón, el cual contó una historia que contenía un chiste que decía: “Hola, ¿cómo te llamas? María de Los Ángeles, a lo que ella se replica: ¿y tú? Daniel, de Nueva York”. Su interprete sabía que su público no le iba a entender y por tanto dijo en japonés: “El general acaba de contar un chiste y me voy a meter en problemas, si no se ríen”. Por supuesto la gente se vio obligada a reírse. Debido a que algunas cosas no se traducen bien, el general no había logrado comunicarse.

Sin embargo hay un mensaje que siempre es claro. Cruza las fronteras del lenguaje y la cultura para comunicarse llanamente con todas las personas sobre la faz de la tierra.

El Salmo 19 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos…No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz.  Por toda la tierra salió su voz,
Y hasta el extremo del mundo sus palabras…” (Sal.19:1-4).

Ya sea en Argentina, en México, en Borneo, en Rusia, en China, en una choza, en un edificio, en una calle, la creación de Dios revela Su poder y Su gloria. Nadie puede ignorarlo. Y a nosotros nos ha confiado si mensaje de su amor, las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús. El mensaje de Dios en los cielos les prepara el camino a sus mensajeros en la tierra.

  1. ¿Estás listo para hablarle a alguien que ha visto las estrellas, ha sentido la brisa del mar, ha caminado por fresco césped o a sentido las gotas de lluvia en su rostro. Que conoces al Creador de todo lo que existe y que quieres presentárselo?
  2. Toda la creación, es una señal inmensa que apunta a Dios.

NPD/DCM