Lectura: 1 Corintios 3:9-17

Algunos arquitectos y constructores han aportado magnificas obras de arte al mundo. Otros han creado obras pésimas. El célebre arquitecto Frank Lloyd Wright comentó: “El médico puede enterrar sus errores, pero arquitecto, lo único que puede hacer es aconsejar a sus clientes que siembren enredaderas. Por lo tanto, los arquitectos deberían construir su primer edificio lo más alejado que puedan del lugar donde viven o pretendan ejercer su profesión”.

El apóstol Pablo escribió el manual para edificar iglesias a la iglesia de Corinto escribió: “ustedes son…edificios de Dios” (1 Cor.3:9). Pablo no se estaba refiriendo al lugar sino a las personas. La iglesia de Corinto comenzó cuando Pablo echó el fundamento: la verdad sobre Cristo. Luego apremió a los corintios a considerar detenidamente cómo habrían de edificar sobre ese fundamento.

Lo que edifiquemos como creyentes sobre ese fundamento será probado por fuego, no por el fuego del castigo por el pecado, que es el infierno, sino por el fuego del juicio, que la revelación (1 Cor.3:15). Todos los que no tengan a Cristo serán castigados. Y todos los creyentes serán juzgados por las obras que realizaron, no para salvación. El fuego del juicio revelará aquello que honró a Dios y lo que no. Una sana doctrina y una vida piadosa en Cristo, constituyen lo único sólido que perdurará. Todo lo demás se quemará.

  1. ¿Estás edificando para la eternidad?
  2. El juicio de Cristo revelará, rechazará y recompensará a los buen@s sierv@s.

NPD/HWR