Lectura: 1 Timoteo 6:1-11

Un vecino de zonas rurales nos envió esta ilustración: “Una de vacas viejas de mi padre da buena leche, sin embargo puede parecer un tanto terca y hasta tonta en cierto sentido.  Ella tiene todo el campo de la finca para alimentarse, y existen pastos verdes y sabrosos.  Pero a menudo la veo estirando su cabeza a través de la cerca, tratando de comer los pastos del campo del vecino, sin importarle que tiene todo un campo verde a su disposición, hermosos árboles que dan sombra, un refrescante chorro de agua, e incluso una gran parte de sal. ¿Qué más puede pedir o necesitar ese animal?”

Muchas personas son como esa vieja vaca.  Piensan que la “hierba siempre más verde al otro lado de la cerca.”  Ellos están constantemente deseando, codiciando, y tratando de obtener lo que no les pertenece.  ¡Cuán absolutamente miserables son! ¡Qué locura hay en su descontento!

Si eres un creyente, las mayores bendiciones de la vida que ya son tuyas. El cielo es tu casa, y Dios es tu Padre.  Él ha prometido que nunca nos abandonará (Hebreos 13:5), y Él suplirá todas tus necesidades (Filipenses 4:19).  Así que dale las gracias por todo lo que Él te ha dado y siéntete satisfecho.  Cuando tengas una actitud así, aprende a apreciar lo verde de la hierba está en tu lado de la cerca.  ¡Es una lección que todos debemos aprender!

1. Despierta el pasto en tu lado del campo es tuyo, no tienes necesidad de ir a otros campos.

2. La mayoría de las personas no están contentas con su vida, incluso cuando tienen mucho más de lo que necesitan. ¿Y tú?

NPD/RDH