Lectura: Lucas 10:38-42
Muchos estudiantes universitarios, llevan y utilizan en sus clases una computadora portátil. Aunque esto puede ser una ventaja para los estudiantes que las usan, a menudo tan solo es una realidad que tener una computadora siempre abierta con acceso a internet, puede convertirse en una gran distracción durante la clase.
Si bien es cierto esas portátiles les sirven para tomar notas en sus clases, también es cierto que a menudo resulta más interesante comunicarse con los amigos por mensajería corta, visitar las redes sociales, consultar las páginas web de interés o utilizar un buscador para ver si lo que sus profesores dicen es cierto.
Una computadora portátil pierde su efectividad en cuanto a ser una herramienta de aprendizaje, ya que se convierte en una distracción de lo que es realmente importante, prender y tomar notas de sus clases.
Con la mayoría de cosas que consideramos buenas puede suceder lo mismo. Cosas que consideramos positivas, pueden distraernos de aquello en lo que deberíamos estar concentrados.
En nuestra lectura devocional encontramos la historia de estas dos mujeres que tienen a Jesús como invitado en su casa. A Marta le sucedió algo muy parecido, Lucas 10:40 nos cuenta lo siguiente: “Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres…”, lo cual le impedía que usara su tiempo en lo que era realmente importante, estar a lado de Su Señor. De esta forma, cualquier cosa, aunque creamos que sea positiva, si te distrae de tus responsabilidades familiares o de tu relación con Dios, es necesario que la detectes, y cambies tus hábitos y corrijas eso que te impide desarrollar más profundamente tu relación con Dios.
- Haz un examen de tu vida, y examina muy bien esas cosas que posiblemente te están distrayendo de tus verdaderas prioridades. Hoy al igual que en aquel entonces medita en las palabras de Jesús a Marta: “Señor, le dijo: Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:41-42).
- No se te olvide: Fuimos creados para glorificar a Dios.
HG/MD
“¡El Señor dirija el corazón de ustedes hacia el amor de Dios y la paciencia de Cristo!” (2 Tesalonicenses 3:5).