Lectura: Lucas 2:8-20

La noche en que nació Jesús, fue sin duda la noche más emocionante que habían vivido José y María.  Ante sus ojos se había manifestado el más maravilloso de los milagros, estaban mirando al niño que había sido anunciado por un ángel como el futuro Salvador (Lucas 1:26-38); por supuesto, los pastores que los acompañaban también estaban emocionados al ver al mejor coro de todos los tiempos, eran ángeles cantando, alabando a Dios diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad!” (Lucas 2:13-14).

No obstante, esa noche pasó, los pastores volvieron con sus rebaños para llevarlos a pastar, y muy pronto José y María tuvieron que hacerle frente a todas las responsabilidades que implica cuidar a un pequeño bebe que es totalmente dependiente de sus papás, un bebe necesitado de comida, bebida y sobre todo mucha pero mucha limpieza; creo que todos entendemos esto.  Por supuesto, todas las condiciones estaban dadas para deprimirse, lo cual a menudo es algo esperable luego de pasar por momentos de gran regocijo y fiesta.

Sin embargo, no parece que esta pareja ni los pastores hayan experimentado la depresión post navidad.  Era lo más increíble que habían visto en sus vidas y había sido impactante: “pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón.  Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había sido dicho” (Lucas 2:19-20).  El mensaje de los ángeles había logrado su cometido y ahora sus vidas estaban llenas de esperanza y expectación por lo que vendría, quien había sido profetizado al fin estaba entre ellos (Miqueas 5:2).

No hay razón para tener depresión post navidad, pues nosotros tenemos el privilegio de conocer la historia completa.  Jesús nació, creció, predicó, hizo discípulos, fue acusado, fue condenado, fue crucificado, murió y lo más maravilloso de todo, resucitó y un día volverá por nosotros.

  1. Tenemos muchas más razones que las que tuvieron José, María y los pastores para adorar y glorificar a Dios. ¿Qué harás con la historia de Jesús y sobre todo con su regalo?
  2. Si estás deprimido prueba lo siguiente: Detente, y piensa en todas las cosas maravillosas que Dios te ha provisto sin pedírselo, y sobre todo recuerda a Jesús, Él te ama y quiere darte su perdón y gozo.

HG/MD

“Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13).