Lectura: Salmos 119:137-144
Un amigo me reenvió a mi correo una promoción que había recibido, lo leí, y luego pensé, esto no puede ser verdad. Contenía una promoción de un libro, que prometía 999 formas de solucionar todos los problemas concebibles que su casa pueda tener en el presente y en el futuro. Si ese libro puede cumplir lo que promete, no lo sé. Por supuesto no lo compré, pero esa promoción me hizo pensar en otro libro que hace una promesa similar.
En 2 Timoteo 3:16-17, el apóstol Pablo lleno de Espíritu Santo afirma: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra”. Esta es una tremenda promoción por así decirlo. En pocas palabras Pablo nos dice que Dios mismo nos dejó Su Palabra para enseñarnos acerca de sí mismo, dándonos instrucciones prácticas sobre cómo vivir y no solamente eso, sino que nos equipa completamente con todo lo que necesitamos para tomar decisiones sabias que nos ayudarán en nuestra vida acá en la tierra.
La Biblia cumple sus promesas, lo sé pues la compré; he estado leyéndola desde aquel distante día y he tratado de vivir de acuerdo con lo encontrado en ella. Nos brinda principios aplicables a todos los aspectos de la vida.
- La Palabra de Dios contiene verdades absolutas, instrucciones y enseñanzas para vivir de una manera que cambiará tu vida para siempre. ¿La has leído últimamente?
- La Biblia es un libro que entre más lees más amas, y por consecuencia mientras más amas más lees.
HG/MD
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad” 2 Timoteo 2:15