Plan de Lectura: Salmos 101 – 102 & Proverbios 1.

A los incrédulos les parece extraño que usted como creyente en Cristo, no participe de sus inmoralidades, porque ellos no tienen comunión, con Dios, pues, están muertos en sus delitos y pecados; pero el creyente tiene vida en Jesucristo, y ahora su fin es agradar al Señor.

Por todo esto, cuando una persona incrédula se embriaga y usted no lo hace, y lo insulta, no se desanime, el no creyente es del mundo, el hijo de Dios, es del cielo, dos mundos contrapuestos.  Mientras que ellos viajan en un camino de muerte, usted viaja en un camino con dirección al cielo, en el cual se enfrentará en diversas ocasiones tentaciones que lo atraerán a volver a caer en antiguos vicios y pecados.

En los siguientes días devocionales se mezclarán las lecturas de Salmos y Proverbios.  Experimentaremos las dos clases de sabiduría: la devocional y la práctica, ambas igual de importantes para el creyente que desee vivir una vida que agrade al Señor..

1.  Salmo 101.  De nuevo un salmo de David que nos descubre parte de los secretos por los cuáles él tenía un corazón según el corazón de Dios (Hechos 13:22).  ¿Cómo —según David— era su clave para tener integridad en su vida?  ¿Qué debemos hacer con los vicios pecaminosos en nuestra vida?

2.  Salmo 102.  ¿Cómo estaba el estado de ánimo del salmista?  ¿Cómo se contrasta Dios con nuestras vidas atribuladas?  ¿Qué promesas hay para el futuro Reino Mesiánico?

3.  Proverbios 1.  ¿Cuáles eran los propósitos del libro de Proverbios?  ¿Cuál es el primer paso hacia la sabiduría?  ¿Quiénes tratan de desviarnos de ella?  ¿Cómo se personifica la Sabiduría aquí?  ¿Qué hace para ayudarnos a pensar bien en nuestro futuro?  ¿A quién es dirigido el libro?