Lectura: Salmo 71:19-24

Creo que muchos de nosotros podemos entender al salmista cuando dijo que había visto: “muchas angustias y males” (Salmo 71:20).  Pero también, en el fondo de su corazón y mente estaba muy convencido de que Dios en algún momento cambiaría todo y le daría la paz que necesitaba su alma.  Esto lo expresó de la siguiente forma: “volverás a darme vida y de nuevo me levantarás desde los abismos de la tierra.  Aumentarás mi grandeza y me volverás a consolar” (v.20-21).  Estaba muy seguro que si sus males no terminaban en este mundo, de seguro en el cielo las cosas serían diferentes.

El principio de que algún día estaremos ante la maravillosa presencia de Dios para siempre, es parte fundamental de las Escrituras y especialmente del libro de los salmos, son un bálsamo para hacer frente a las dificultades de la vida actual (Salmos 16, 17, 49, 73).

Seguramente sólo Dios conozca por todo lo que has pasado, pero debes estar seguro y convencido por la fe, de que este mundo tan sólo es el principio de tu viaje.  Un día nuestro Padre Celestial te levantará y disfrutarás de un gozo inacabable, Él te llenará con su presencia y con su amor, tendrás paz y reposo eternos.

  1. Cuán hermoso será el día en el que estés a la orilla de esta vida y mires hacia atrás, y puedas ver a lo lejos los mares embravecidos y puedas decir: ¡con ayuda de Dios los atrasé y ahora tan sólo son una sombra lejana, ahora me espera un amanecer brillante y esplendoroso a tu lado Señor!
  2. Gracias Señor por caminar este camino complicado siempre a mi lado.

HG/MD

“El Señor es mi pastor; nada me faltará.” (Salmos 23:1).