Lectura: Marcos 14:1-9

¿Qué crees que la gente recordará y valorará más de ti?

El escultor estadounidense Frank Eliscu (1912–1996), pudo haber pensado que su principal legado escultórico iba a ser “La Cascada de Libros” ubicada a las afueras de la Biblioteca del Congreso, o el Águila Presidencial en la Casa Blanca.  No obstante, la pieza de arte más codiciada de este escultor, es una de sus más pequeñas obras, una que puede asirse con una mano: el trofeo Heisman, el cual es otorgado todos los años desde 1935 al más valioso jugador del futbol americano universitario.

Este trofeo fue el primer encargo realizado a Eliscu, el cual acabó cuando tenía tan sólo 22 años. Sobre esta escultura el mismo autor dijo lo siguiente: “No es una de mis mejores obras de arte, pero terminó siendo como la Estatua de la Libertad, no es hermosa, pero sí muy querida por la gente”.

En la lectura del evangelio de Marcos que hicimos hoy, nos encontramos a María de Betania, quien probablemente nunca se imaginó que quedaría enmarcada en la historia, debido a un acto que al inicio la mayoría catalogó como un desperdicio y hasta inapropiado, luego de que derramara el contenido de un costoso frasco de perfume sobre el Señor.  Jesús puso fin a las protestas de las personas que la estaban criticando de la siguiente forma: “De cierto les digo que dondequiera que sea predicado este evangelio en todo el mundo, también lo que esta ha hecho será contado para memoria de ella” (Marcos 14:9)

  1. Las cosas que hacemos y tienen valor inmortal, serán como las de María de Betania; actos motivados por un amor genuino al Señor, estos serán aceptos y alabados por Dios.

 

  1. Una vida entregada a Dios, es un legado para la eternidad.

HG/MD

“De cierto les digo que dondequiera que sea predicado este evangelio en todo el mundo, también lo que esta ha hecho será contado para memoria de ella” (Marcos 14:9)