Tecnología
El punto de acceso debe estar en el sitio donde más se va a utilizar el Wi-Fi
Redes inalámbricas deben contar con sistemas de protección
Computadoras portátiles, celulares inteligentes, tabletas electrónicas, impresoras… cada día tenemos en nuestras casas más dispositivos con la posibilidad de conectarse a Internet en forma inalámbrica.
Por comodidad, las redes Wi-Fi son cada vez más comunes en los hogares costarricenses y, aunque su instalación y administración es sencilla, siempre existe una manera de mejorar la calidad que ustedes espera obtener.
Si usted ya tiene una conexión por cable a Internet en casa, lo primero que debe hacer para transformarla en servicio inalámbrico es adquirir lo que se conoce como un punto de acceso, un access point (AP) en inglés.
Según explicó Luis Garzón, experto de la compañía Cisco, aquí puede llegar la primera duda pues en el mercado existen puntos de acceso que, siendo todos de tecnología Wi-Fi, son de diferente protocolo o “lenguaje”.
Así, los AP domésticos más comunes pueden ser de tecnología “b”, “g” o “n”.
Las diferencias principales entre estos protocolos es la velocidad de transmisión de datos y la “fuerza” de la señal que emiten.
El protocolo “b” ofrece una conexión de 11 Mbps y llega de manera óptima hasta cerca de los 7 metros en condiciones normales.
El protocolo “g” da velocidades de hasta 54 Mbps y su alcance es de unos 18 metros, de acuerdo con Garzón.
Finalmente, el protocolo “n” da velocidades superiores a 100 Mbps y más de 25 metros de cobertura.
“Las velocidades referidas no tienen relación con la conexión de Internet que usted paga, sino con la comunicación de los dispositivos a lo interno. Es decir, usted puede estar pagando por una conexión a Internet de 2 Mbps en su casa y eso es lo que recibirá; lo que le garantiza el protocolo ‘g’, por ejemplo, es que la comunicación interna entre la laptop y la impresora será de hasta 54 Mbps”, explicó Garzón.
El experto recomendó fijarse no solamente en las velocidades, sino también en la compatibilidad de los dispositivos que usted ya tiene. Por ejemplo, de poco le serviría comprarse un AP con procotolo “n” si ninguno de sus celulares o computadoras es compatible. Para eso, debe consultar previamente las especificaciones de cada dispositivo que desea conectar a la red.
Instalación sencilla. La instalación como tal de la red, tanto en términos físicos como de configuración del sistema, no debería generarle mayor problema.
En la actualidad, prácticamente todos los AP del mercado vienen con un software (puede venir en un disco compacto) que le indica cuáles son los pasos que debe ir realizando para construir su red Wi-Fi doméstica, incluyendo cuáles cables debe desconectar y cuáles conectar de nuevo.
Normalmente, tras finalizar con la instalación del hardware, el mismo programa de instalación le pedirá configurar la seguridad de la red.
De acuerdo con Garzón, ningún usuario debe descuidar este aspecto si quiere proteger su información y la calidad de la red.
Siga los pasos que le recomiende el sistema adquirido para encriptar las comunicaciones entre los dispositivos conectados y que así nadie intercepte lo que escribe o envía. También obligue a que cada dispositivo que intente conectarse a su red lo haga mediante una clave compleja que usted mismo defina.
“Los dueños de las redes Wi-Fi caseras tienen que educarse y leer siempre que puedan sobre este tema. Si hablamos dentro de año y medio, muchas cosas habrán cambiado y hay que estar al día por cuestiones de seguridad y para sacarle mejor provecho a la red. El usuario debe educarse a sí mismo”, concluyó Garzón.
Fuente: Pablo Fonseca Q. (www.nacion.com) 17/06/2011