Lectura: Mateo 10:16-34

En esta época del año los tribunales se vuelven a llenar con los sonidos no tan alegres de abogados que discuten sobre si hablar de Cristo públicamente viola los derechos civiles de alguien o si los villancicos se pueden cantar en un concierto escolar.

Si no tenemos cuidado, todas las controversias legales que parecen acompañar a la Natividad cada año podrían robarnos un poco el disfrute de esta época tan especial del año.

No obstante, si entendemos que el mismo Jesús nos advirtió que Su venida no siempre traería paz y buenos tiempos, vamos a entender más fácilmente los conflictos que esta temporada trae.

Al darles en un momento la orden de marchar a sus discípulos y compartir lo que habían oído de Él, Jesús les estaba diciendo que miraran más allá de los problemas. Él les dijo que serían odiados y perseguidos, y que experimentarían conflictos familiares (Mt. 10:21-23). De hecho, les dijo a sus seguidores: “No piensen que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada”. (Mateo 10:34).

Parece un extraño mensaje viniendo de la boca del Príncipe de la Paz, pero es la verdad. Jesús ofrece la paz y la alegría y felicidad a todos los que confían en Él. Pero para aquellos que rechazan su salvación, la celebración de Su venida causará conflictos, incluso en Natividad.

  1. En la Natividad celebramos la venida del Príncipe de la Paz.  Aunque ahora nuestro mundo está encerrado en contiendas vanas, un día Él va a poner fin a todo conflicto, al venir a reinar como Soberano.  ¿Estás del lado de Jesús o contra Jesús?  Tu decisión determinará el estado eterno de tu alma.
  2. Jesús promete paz real, no la paz ficticia que procuramos los hombres y las mujeres.

HG/MD

“No piensen que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada”. (Mateo 10:34).