Lectura: Hebreos 1:1-9
En septiembre de 1971 Ray Tomlinson envió un mensaje desde su máquina a otra unidad de la oficina a través de una red llamada ARPANET. En ese momento Tomlinson estaba experimentando con diversas formas de interacción entre las personas y las computadoras, pero jamás pensó que eso se convertiría en lo que hoy conocemos como correo electrónico o mensajería digital, y que cambiaría en mucho la manera en la cual nos comunicamos.
Hoy, décadas más tarde, según estimaciones realizadas por diferentes medios, tan sólo en el 2025 se espera enviar en promedio alrededor de 376,4 mil millones de correos electrónicos diarios en todo el mundo, y ni que decir de los 140 mil millones de mensajes instantáneos que se envían diariamente por medio de una de las más usadas plataformas de App de mensajería corta que existen en la actualidad.
Muchos de estos mensajes y correos contienen información de negocios, familiares y amigos, pero otros llevan información desagradable o virus destructivos. Una regla básica para el uso de los e-mails o mensajes electrónicos es: “No abrirlo a menos que confíes en el remitente”.
Dios también nos ha enviado un mensaje muy especial en la Persona de su Hijo, y podemos confiar en el Remitente. En el Antiguo Testamento, el Señor le habló a su pueblo mediante los profetas, y muchos rechazaron la Palabra de Dios, pero esto era una preparación para lo que nos compartió el autor del libro de Hebreos, que dice: “Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por medio de quien, asimismo, hizo el universo” (Hebreos 1:1-2).
Quizás a muchos nos asombre el misterio inexplicable del Dios Todopoderoso quien entró en nuestro mundo como un bebé; no obstante, en ocasiones algunos siguen dudando de recibir a Cristo y colocar la vida en sus manos.
La Natividad es el mensaje inolvidable del amor, la redención y la esperanza que Dios ha enviado.
Puntos para la reflexión:
- ¿Confiarás en el Remitente y abrirás su mensaje hoy?
- ¿En esta época, llevarás la luz de Jesús a otros corazones?
Versículo para memorizar:
“En estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por medio de quien, asimismo, hizo el universo.” (Hebreos 1:2 – RVA 2015)
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Siempre he confiado en el REMITENTE, MI AMADO JESÚS. Los exhortó a que también confíen en Su mensaje de SALVACION para la humanidad que somos tu y yo.