Lectura: Isaías 43:14-21

Mientras estemos con vida siempre será posible tener un nuevo comienzo.

Basta con preguntarle a David, un joven quien desde temprana edad y debido a la ausencia de sus padres y la abundancia de malas compañías, terminó cometiendo muchos errores que lo llevaron a robar y a probar las drogas; esto finalmente provocó que lo expulsaran de la escuela por vender drogas.

Sin embargo, cuando lo inscribieron en otra escuela secundaria, un profesor que era creyente lo alentó para que escribiera sobre sus experiencias en lugar de repetirlas. El muchacho aceptó el desafío, y luego de ello con el pasar de los meses este hombre también le compartió sobre la historia de un inocente quien dio su vida por él, y luego de entender que sí existe la posibilidad de un nuevo comienzo, lo aceptó y ahora está experimentándolo.

Por medio del profeta Isaías, Dios también alentó a los exiliados judíos para empezar de nuevo: “No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas” (Isaías 43:18). Les dijo que dejaran de pensar en su castigo e incluso en su despliegue de poder en el primer éxodo de Egipto, ya que deseaba que se concentraran en Él como fuente de salvación, ya que les daría un nuevo comienzo al llevarlos de regreso de Babilonia a su tierra en un nuevo éxodo (v. 19).

Con Dios, los nuevos comienzos son posibles en nuestro corazón. El Señor puede ayudarnos a dejar atrás el pasado y empezar a aferrarnos a Él.

  1. La comunión con Dios brinda una esperanza renovada a todos los que confían en Él.
  2. Si estás perdido y no encuentras solución en este mundo, recuerda que Dios siempre te proveerá la posibilidad de un nuevo comienzo en Cristo.

HG/MD

“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).