Lectura: Gálatas 5:16-26

En una entrevista televisiva, un creyente habló de un hombre conocido según él por tener “una sólida relación con Cristo, pues realizaba buenas obras de beneficiencia.” Esta afirmación planteó una gran interrogante en mi mente, debido a que la vida del hombre al que hacían referencia estaba marcada por el habla vulgar, el abuso del alcohol, y por llevar una vida mujeriega.  Pensé que triste es pensar que existan personas que vivan una vida abiertamente pecaminosa y luego traten disimular sus pecados con acciones morales, que les hagan sentir menos culpables o traten de vivir algo que no son en verdad.

La Biblia muestra claramente que el ser interior de un creyente es un campo de batalla donde los deseos pecaminosos chocan con el Espíritu Santo que mora en nosotros. A veces las tendencias pecaminosas ganan, pero es en la actitud y las acciones hacia el pecado del creyente genuino, las que marcan nuestra diferencia frente a las personas que no tienen a Cristo como su Señor y Salvador.

La falsificación de la vida cristiana es bastante común.  Pero el hijo de Dios debe caracterizarse por su odio hacia el pecado, lo que hace cuando un creyente cometa un pecado, proceda a confesarlo, esto como consecuencia hace que la victoria sobre el pecado sea más fácil la próxima vez que este deseo pecaminoso se presente.  Esto se debe a que “Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí” (Gálatas 5:24-NTV). El creyente no puede encontrar paz hasta que confiese sus pecados ante el Señor y los repudie.  A medida que la Palabra de Dios sea la base sus decisiones y deje actuar al Espíritu Santo en su vida, gozará de un patrón de la victoria sobre el pecado.

1. ¿Qué hay de ti? Tómate el tiempo para comprobar tu actitud hacia el pecado. ¿Te sientes cómodo con el pecado en tu vida? Si es así, necesitas examinar tu relación con Cristo (2 Cor. 13:5).   Amar a Cristo es aborrecer el pecado.

2. ¿Cuál es el conflicto Pablo discute en Romanos 7:15-23? ¿Cómo puedo obtener la victoria sobre el pecado? (Romanos 8:1-13). ¿Cómo puedo saber que soy un hijo de Dios? (Romanos 8:14-17).

NPD/HVL