Lectura: Hechos 17:16-23
A la esposa de un amigo le gustaba levantarse muy temprano para leer la Biblia y orar; se sentaba en un sillón viejo que daba al jardín de su casa, ya que según decía en ese momento estando allí podía hallar la tranquilidad necesaria, lo cual era poco común en una casa donde además del esposo vivían tres hijos de menos de 10 años.
Un día su esposo decidió cambiar el sillón viejo que estaba muy dañado por un nuevo sillón. Pero, sucedió que en la mañana ella se encontró con que el sillón estaba bastante desordenado, porque “alguien” lo había dejado así la noche anterior tras mirar un partido de fútbol por televisión. Al principio, el desorden la distrajo, y la frustración con su esposo interrumpió aquel momento de paz que siempre encontraba en las mañanas.
Entonces se le ocurrió algo: se cambió a una silla que tenía una mejor vista de su jardín. Desde allí, podía mirar por la ventana mientras el sol se levantaba. La belleza de la escena que Dios estaba pintando esa mañana, le cambió la perspectiva.
Al pensar en esta historia podemos reconocer la lección que esta mujer aprendió aquella mañana. Aunque no siempre podemos controlar las cosas que suceden y que afectan nuestro día, sí tenemos la posibilidad de elegir: seguir dando vueltas en el “desorden” o cambiar de perspectiva.
Cuando Pablo estaba en Atenas, “su espíritu se enardecía dentro de él al ver que la ciudad estaba entregada a la idolatría” (Hechos 17:16). No obstante, cuando cambió su perspectiva, usó el interés de los atenienses en la religión como una oportunidad para proclamar al Dios verdadero: Jesús (Hechos 17:22-23).
Cuando mi esposa salió para ir a trabajar, fue el momento para que otra persona cambiara de perspectiva: le pedí al Señor que me ayudara a ver mi desorden a través de los ojos de ella y de los de Él.
- Señor, ayúdanos a mirar la vida más allá de las circunstancias temporales de este mundo, permite que seamos conscientes de nuestra temporalidad.
- Te pedimos que nos ayudes a arreglar nuestros “desordenes”, para que podamos ser más efectivos en nuestra vida y en nuestro trabajo para ti.
HG/MD
“Pues, mientras pasaba y miraba sus monumentos sagrados, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. A aquel, pues, que ustedes honran sin conocerle, a este yo les anuncio” (Hechos 17:23).
0 comentarios