Lectura: Salmo 119:105-112
Era el 17 abril de 1942, en un lugar frente a las costas de Carolina del Norte, y el evento, el pequeño barco Mercante Alcoa Guide fue torpedeado por un submarino alemán. La nave fue impactada, se incendió y empezó a hundirse.
Su tripulación bajó los botes salvavidas al agua y usaron las brújulas de esos botes para llegar hasta otros barcos aliados que estaban más cerca de la costa. Tres días después, los rescataron.
El salmista también nos recordó al pueblo de Dios que su Palabra es una “brújula” confiable. La comparó con una lámpara. En aquella época, la tenue luz de un candelero alimentado con aceite de oliva sólo podía mostrarle a un viajero dónde dar el siguiente paso.
Sin embargo, la lámpara de la Palabra de Dios ilumina lo suficiente como para alumbrar el camino de quienes buscan al Señor. En la oscuridad de su vida caótica, el salmista confió en la guía de las Escrituras.
Cuando perdemos la dirección de nuestra vida, podemos confiar en la brújula fiable de la Biblia y utilizarla para que nos lleve a tener una comunión más profunda con Dios.
- Las brújulas hechas por los seres humanos pueden fallar, pero la brújula que encontramos en Su Palabra es infalible.
- Si tu vida se está hundiendo, levanta tu mirada y pide el socorro de nuestro Señor, sólo Él puede salvar tu vida.
HG/MD
“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).
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