Lectura: Efesios 4:25-32
Durante un retiro para matrimonios, la pareja que estaba liderando la actividad compartió con los asistentes la historia sobre un entrenador de futbol y su equipo.
Cuando su equipo perdía, el entrenador tenía como estrategia mantener el marcador encendido en las pantallas del estadio mientras entrenaban para el próximo juego, esto lo hacía para recordarles que habían perdido y que debían mejorar para el próximo partido.
La pareja luego les dijo: “Quizás esa sea una estrategia para motivar a jugadores, pero es una pésima estrategia para un matrimonio en problemas, por ejemplo, cuando tu esposo se equivoca en algo que hizo, y luego pide disculpas, no es correcto recordarle su error los días siguientes, debemos por así decirlo, apagar el marcador”.
Este es un consejo muy práctico y de hecho muy bueno, la Biblia está llena de recordatorios que nos invita a amarnos los unos a los otros y a que pasemos por alto las faltas perdonadas. Se nos recuerda que el amor “no guarda rencor” (1 Corintios 13:5) y que debemos estar dispuestos a perdonarnos unos a otros “como Dios también nos perdonó” (Efesios 4:32).
Por supuesto, estoy muy agradecido con Dios porque Él apagó el marcador debido a mis fallas y le pedí perdón por ello. No sólo nos perdona cuando nos arrepentimos, sino que aleja nuestro pecado como el oriente está lejos del occidente (Salmo 103:12). Con Dios, el perdón significa que nuestro pecado queda enterrado y en el olvido. De la misma forma ¡qué el Señor nos dé gracia para ofrecer perdón a quienes nos rodean!
- No puedes tener un estándar más alto que el de Dios, debes perdonar.
- Gracias Señor porque eres el Dios de las oportunidades. Ayúdame a perdonar a otros como tú me has perdonado a mí.
HG/MD
“Más bien, sean bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32).
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