Lectura: Job 29 – 31
Al principio sólo causó curiosidad. Los peces estaban arribando por sí solos a las playas peruanas. Los traían las olas del Pacífico, las cuales los iban amontonando en la arena. Después causó preocupación. Ya no eran sólo unos pocos peces sino miles, centenares de miles que, moribundos algunos, muertos muchos, llegaron a la costa. Cuando el pescado comenzó a descomponerse, el problema se volvió insoportable.
¿Por qué se habían encallado tantos peces en las playas? Por un cambio ecológico en las aguas del mar. Parece que aumentó desmedidamente el fitoplancton, una especie marina que absorbe el oxígeno. Eso privó a los peces del indispensable elemento vital. Los peces moribundos y muertos cubrieron una franja de cinco kilómetros de playa en el poblado de San José, cerca de Chiclayo. «Es falta de oxígeno, nada más», explicó el biólogo José de la Rosa.
Si hay algo que es indispensable para toda vida —ya sea vida humana, animal o marina— es el oxígeno. Ningún ser puede estar más de unos pocos minutos sin oxígeno sin que se le dañe el tejido cerebral. Han ocurrido tragedias cuando por alguna razón, tal como una mala válvula en el tanque de buceo, ha faltado el oxígeno. Porque cuando falta el oxígeno, la condición física se altera, y de no solucionarse inmediatamente el mal, habrá muerte segura.
Lo mismo pasa en el orden moral de la vida. Una persona que está pasando momentos de angustia por la causa que sea exclama: “¡Siento que me falta aire!” Y en efecto, el sistema nervioso registra la angustia, lo cual produce un sentir como de falta de oxígeno.
Job continúa con su discurso. Parece que lo que está tratando de hacer es recordarles su vida pasada para que entiendan su confusión y no le culpen de inicuo y necio.
1. ¿Cómo describe Job su vida antes de sus tragedias? ¿Por qué insisten los amigos que Job es tan malo?
2. ¿Cómo se percibía Job en cuanto a su moralidad e integridad?
3. Nuevamente Job muestra cómo su fe se debilita. ¿Cómo se manifiesta su falta de firmeza y sus dudas que florecen en estos pasajes? Estos tiempos son peligrosos en la vida de los creyentes. ¿Cómo podemos reconocer y corregir la falta de fe?