Lectura: Salmos 8

La canción «Who Am I?» («¿Quién soy yo?») por Mark Hall, del grupo musical Casting Crowns, comienza así: “¿Quién soy yo, para que al Señor de toda la tierra le importe conocer mi nombre, le importe sentir mi dolor?”

En su canción, Hall compara nuestras vidas a “una flor que se marchita rápidamente, hoy aquí y mañana ya no… un vaho en el viento”. Él reflexiona, “cuando comprendemos cuán pequeños somos en realidad y cuán formidable es Dios, entonces el amor de Dios se nos hace más grande”.

Recuerdo la pregunta de David en el Salmo 8. Cuando consideró los cielos, la luna, y las estrellas, quedó asombrado ante el Dios del universo que los creó y los mantiene unidos. Lleno de reverente temor, preguntó, “¿qué es el hombre para que de él Te acuerdes?” (v.4).

¿Por qué somos el objeto del amor, el cuidado, y los pensamientos de Dios? En su canción, Hall responde a la pregunta de esta manera: “No por quién sea yo, sino por lo que has hecho Tú: no por lo que haya hecho yo, sino por quién eres Tú”.

¿Quién es Dios? Él es amor. ¿Qué ha hecho Dios? Dio a Su único Hijo Jesús para que muriera por nosotros y pagara la pena por nuestros pecados (1 Juan 4:7-9). No es de extrañar que queramos gritar junto con el salmista: “¡Oh SEÑOR, Señor nuestro, cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra!” (Sal. 8:1,9).

1. Hoy tan sólo medita lo TODO lo que ha hecho Dios por ti.

NPD/AMC