Lectura: Deuteronomio 6:10-19

La vida se ve prometedora para muchas personas. Se sienten realizados con su trabajo. La casa o el apartamento no necesitan reparación.  Su cuenta bancaria muestra un excedente. La familia está gozando de buena salud. Los amigos son leales.

Sin embargo, los buenos tiempos pueden ser peligrosos. Las comodidades y los placeres de este mundo pueden volverse tan importantes que le damos a Dios muy poco lugar o ningún espacio en absoluto en nuestros pensamientos. La prosperidad rápidamente puede llevar a la autocomplacencia.

Dios sabía que esto le pasaría a Su pueblo cuando entró a la Tierra Prometida. Así que le advirtió que no olvidara la fuente de sus bendiciones (Deuteronomio 6:12). Lo instruyó a que:

• Temiera al Señor (v.13).
• Le sirviera (v.13).
• No fuera tras otros dioses (v.14).
• No tentara al Señor (v.16).
• Guardara los mandamientos (v.17).
• Hiciera lo que es recto y bueno (v.18).

Los historiadores nos dicen que el fervor religioso generalmente disminuye durante las épocas de prosperidad. Pero esto no tiene que pasarnos a nosotros si aprendemos de la experiencia de Israel y prestamos atención a la instrucción del Señor.

Tengamos cuidado en no olvidar al Señor – ¡especialmente cuando todo se ve brillante!

1.  Es bueno que te vaya bien en la vida, ¿no es cierto?, pero te has sentido tentado a descuidar tu relación con Dios, las tentaciones son las mismas, lo que cambia es la forma en que se te presentan, por ej. “Ir tras otros dioses”, posiblemente en el pasado significara adorar a una imagen de “x” dios, ahora puede ser el querer a cualquier precio usar una ropa de determinada marca, tan sólo porque “x” persona se viste con esa ropa, sin importar el costo o lo ridículo que esto pueda ser.  ¿Cuál es la cosa o persona que en ocasiones se pone frente a ti, cuando quieres servir a Dios?

2.  Siempre habrá la tentación de hacer lo correcto o lo fácil.   Lo correcto en ocasiones requerirá que sacrificios que lo fácil no implica.  Seguir a Dios, nunca será fácil o sin complicaciones.  ¿Estás dispuesto a tomar el riesgo de seguir a Jesús?

NPD/HVL